Sunday, February 27, 2011

La hija de Ryan


Existen opiniones diversas sobre la época dorada del cine, para muchos fueron los años del cine mudo, para la mayoría los años 30-40, y para mi, que como cada cual soy un producto de mi generación, llega hasta los años 70 que es cuando comienza a escasear el talento. De esa época es Ryan's doughter (1970), una película inolvidable donde la palabra carece de importancia. La protagonista, en este caso, es la fotografía; verla en un ordenador o en la TV carece de sentido porque se pierde la belleza de las imágenes, pero si dispones de home cinema y no la has visto, te recomiendo que lo hagas.

La importancia de contar con un buen director de fotografía es conocida por todos los directores de cine. David Lean solía acompañarse del mejor que ha dado el cine en mi opinión: Freddie Young. Yo tuve la suerte de conocer a ambos y su manera de trabajar durante las dos semanas en las que participé como extra en Dr. Zhivago; para un joven enamorado del cine, era un espectáculo impagable ver como buscaban los ángulos más adecuados para cada toma.

La hija de Ryan recibió muchas críticas de los comentaristas de Hollywood; David Lean muy afectado no volvió a dirigir hasta quince años después privándonos posiblemente de alguna obra maestra; todo, por una banda de estúpidos que se equivocaba con demasiada frecuencia. Esta historia de amor fou que todos deberíamos sentir al menos una vez en la vida, se sitúa en la Irlanda ocupada por los ingleses durante la primera guerra mundial. Nunca habíamos visto a un Robert Mitchum haciendo de buena persona y llevando con resignación la infidelidad de su esposa, una Sarah Miles guapísima. John Mills ganó el Oscar como actor secundario por hacer del tonto del pueblo y Trevor Howard merecería haber ganado otro por la autoridad que imprime a su papel de sacerdote católico.

La película sorprendió a todos por la luz y la belleza de sus imágenes y a mi me parece muy recomendable como cualquiera de David Lean y de Freddie Young, que naturalmente se llevó su tercer Oscar por esta película.


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