Saturday, August 28, 2010

Uno, Dos, Tres



Estamos en plena "guerra fría", rusos y yanquis encuentran con facilidad argumentos para amenazarse esgrimiendo armas nucleares. MacNamara (James Cagney) delegado de Coca-Cola en Berlín Occidental, acaricia desde hace tiempo la idea de introducir su marca en la URSS. Sin embargo, el señor Hazeltine, su jefe, le encarga cuidar de su hija Scarlett (Pamela Tiffinn) que llega a Berlín esa misma tarde. Se trata de una alocada joven que, a los dieciocho años, ya ha estado prometida en cuatro ocasiones. Scarlett, eludiendo la vigilancia de MacNamara, se enamora de Otto Piffl, un joven alemán de la zona comunista. La cosa se complica cuando Scarlett anuncia que se ha casado con Otto (Horst Buchholz), momento en que los acontecimientos se precipitan a un ritmo endiablado para conseguir una situación de normalidad.

Uno, Dos, Tres, supone un golpe de aire fresco. Billy Wilder no deja títere con cabeza con esta sátira política llena de gags marca de la casa y con la soberbia interpretación de uno de los más grandes de Hollywood: James Cagney.
La danza del sable de Khachaturian es el fondo que acompaña la mayor parte de un film pleno de acción.

En esta escena, que solo puedo ofrecer en VO, los rusos se afanan por conseguir a la bella secretaria (Lilo Pulver) ofreciendo cuanto tienen y más: caviar, vodka, cohetes (-no se preocupe, nuestros cohetes también son una porquería-).
Wilder nos dejó media docena de comedias extraordinarias, según Trueba , Billy era Dios, yo creo que exagera porque el más grande de la comedia fue Lubitsch.





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