Wednesday, November 14, 2012

Iberia, Ayer, Hoy y Mañana

Iberia tiene un pasado magnífico, un presente desolador y un futuro horribilis. Como jubilado y antiguo empleado de la compañía bandera de España siento que tengo derecho a opinar.

Ayer
Desde los comienzos de la aviación comercial hasta su privatización Iberia no dejó de tener un continuo crecimiento en su patrimonio, aviones, bienes inmuebles, hangares, centros de formación, de informática, de investigación y mantenimiento. Oficinas en gran parte del mundo que, en muchos casos eran más importantes que las Embajadas, contribuyeron no sólo al despliegue de la compañía, sino a abrir nuevos mercados para las empresas españolas y a un mayor acercamiento entre los pueblos, especialmente con América Latina la gran desconocida para la mayoría de los españoles, donde se nos recibía como los hijos de la madre patria, algo que a muchos nos desconcertaba, pero generalmente lo hacían con cariño, respeto y, a veces, hasta con admiración. Todo se consiguió con el trabajo, el esfuerzo, y por qué no decirlo también, con la vida de algunos tripulantes.  Posibilitar que otras comunidades como Canarias y Baleares, y otras ciudades como Almería, Jerez, Oviedo, o Gerona y tantas otras se unieran al desarrollo cumplía un bien social pero tenía un coste económico grande y las pérdidas de Iberia no eran fáciles de entender para los ciudadanos que estában saliendo de la España negra del franquismo. Fueron los años más hermosos de la aviación comercial y nuestro país tenía la mejor bandera que se podía tener: los aviones de Iberia por todo el mundo. Los trabajadores que no eramos ni mejores ni peores que los de otras empresas fuimos los artífices de ese gran patrimonio.

Hoy
Iberia ha entrado en pérdidas después de diez años de ganancias coincidiendo -¿casualmente?-con la Reforma Laboral de Rajoy. La unión con la British ha sido nefasta y la gestión de sus directivos más aún. Los sindicatos está divididos, el Sepla va a lo suyo como siempre y esto es una merienda de negros en la que me temo que no servirán de mucho las protestas. La desregulación laboral puso a los trabajares a los pies de los caballos y ahora vemos las consecuencias. Es triste, muy triste que dejen caer a una empresa tan icónica para nuestro país.

Mañana
No hay vuelta atrás, se avecina un terremoto que desmontará todo lo conseguido hasta ahora en un plis plas. El capitalismo salvaje no entiende de sentimientos ni de bienes sociales. La compañía IAG, actual dueña de Iberia, ha contratado a una empresa del estilo de la de Gordon Gekko en la película Wall Street y pretende desmontarlo todo para sacar la máxima rentabilidad, no le dolerán prendas a la hora de los despidos o rebajas salariales de gran calado, todo por la pasta. Los buitres piden carroña y la van a tener.

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