Tuesday, August 05, 2008

Nadar es un placer

Decir que no se debe generalizar es un tópico, que, como tantos otros carece de consistencia. Si digo que la mayoría de los chinos tienen los ojos rasgados y basan su alimentación en el arroz, estoy generalizando, pero, ¿acaso estoy mintiendo? esto que no requiere explicación porqué todo el mundo lo sabe me sirve como introducción para desarrollar mi teoría sobre la natación:

Estoy convencido de que hasta el siglo XX la gente no sabia nadar. Cuanto digo puede parecer una perogrullada sobre todo porque hasta ahora nadie se había "mojado" para defender esta idea.Ya se que estamos en verano, el calor afecta a las neuronas y la edad no perdona. Pero..ahora en serio, repasemos un poco la historia.

Los libros de aventuras sobre los rudos hombres de la mar, nos hablan profusamente sobre la intrepidez de unos hombres que sabían cuando embarcaban pero carecían de la más mínima certeza sobre su regreso.Pero lo que no nos cuenta ninguno de los escritores -Salgari, Dafoe, Conrad, Melville etc.- es que los editores les hacían ocultar la verdad: que estos hombres no sabían nadar.
En Barcelona, anclada en el puerto, se puede visitar una réplica, no se muy bien si de la nao Santa María o de una de las carabelas. Convendreís conmigo en que eran auténticos cascarones de nuez. Pues bien, en ese primer viaje y en otros muchos que realizó el almirante, perdió docenas de hombres y no solo por las batallas contra los aborígenes, que, hasta que no empezamos a expoliarlos era absolutamente amicables, sino por los accidentes de navegación que provocaban el famoso grito de ¡hombre al agua! y que en la mayoría de los casos significaba hombre ahogado. ¿como es posible que no se salvaran lanzando una toa desde un cascaron de nuez? no daba tiempo, se ahogaban.
En el siglo XIX, durante la conquista de América, murieron más colonos ahogados en las caravanas al cruzar los ríos que a tiros entre ellos o por las batallas libradas contra los indios. Una vez más, el cine nos engaña pero la estadística y la historia lo deja muy claro. Solo que el contarlo no tiene mucho valor, son muertes carentes de épica; se diluye la epopeya.
El rey Alfonso XII y posteriormente su hijo Alfonso XIII tenían por costumbre pasar sus vacaciones estivales en Santander. A principios del pasado siglo, los baños de ola en la playa del Sardinero popularizada por los reyes, adquirieron tal notoriedad, que hoy no es difícil encontrar en la capital de Cantábria y en alguno de sus pueblos, documentos gráficos que lo acrediten. Pues bien la gente que tomaba los baños de ola tan beneficiosos para la salud y la reúma según relatos de la época ¡se ataban con una soga! ¿porque? es muy fácil, en agosto, en Santander, te puede arrastra alguna santanderina pero las olas desde luego que no; simplemente no sabían nadar.
Johnny Weissmuller llegó a ganar 11 medallas olímpicas en pruebas de natación; viendo sus películas se puede apreciar que nadaba con la cabeza fuera del agua y los brazos en ángulo casi recto. Hoy le ganaría cualquier niño de 10 años, pero gracias a la fama adquirida firmó un jugoso contrato con la Paramount para interpretar al más famoso Tarzán de la historia; a la gente no le impresionaban sus saltos con las lianas o sus peleas con los cocodrilos sino como se mantenía sobre el agua.
Esther Williams, precursora de la natación sincronizada, fue una de las estrellas mimadas del Hollywood de los años 50, sus películas cursis y remilgadas basadas en una coreografía con figuras geométricas dentro de una piscina y que hoy causarían rubor a Gemma Amengual y a todo el equipo olímpico español, llenaban los cines de medio mundo para ver a la estrella sonreír dentro del agua. Ambos, Tarzán y La Sirena de las aguas dulces, fueron pésimos actores pero sus películas eran las más taquilleras y gozaban de la admiración de todos. ¿que les diferenciaba de los demás? que sabían nadar.
Las piscinas de las mansiones de Beverly Hills de los años 30, eran una cursilada rococó con formas de pera, manzana o corazón para satisfacer los caprichos de las estrellas, pero ninguna tenia trampolin por la sencilla razón de que la altura máxima a la que llegaba el agua era de 1.25m ¿hace falta explicar porqué?

Puedes mostrarme tu desacuerdo, pero, para una vez que hablo con algo de cordura, digo yo, que también podías darme la razón.




1 comment:

  1. Pues bien, yo creo que un poco de razón si debes de tener, por eso ahora se han puesto de moda las piscinas de plastelina que te llega el agua justo al culo, ya que el 50% de la poblacion seguro que no sabemos nadar.

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