Wednesday, February 08, 2012

75 años del crimen de la carretera Málaga-Almeria


Este es un relato apasionado de cinco días de espanto para una parte de la población española a quien le tocó vivir, en toda su crudeza, uno de los peores episodios de nuestra guerra civil.
Con esta pequeña aportación pretendo rendir homenaje y reconocimiento a las víctimas y mi admiración y agradecimiento a cuantos se salvaron y a quienes han conseguido que estos hechos no caigan en el olvido.
A día de hoy, setenta y cinco años más tarde, todo sigue confuso en cuanto a las cifras pero disponemos de suficientes datos para afirmar que alrededor de ciento cincuenta mil personas, en su inmensa mayoría mujeres, ancianos y niños, es decir civiles sin armar, fueron atacados durante varios días, concretamente del ocho al doce de febrero de 1937 por la marina española, por el ejército de Queipo de Llano, compuesto por legionarios, moros y españoles y por aviones italianos y alemanes, ocasionando miles de muertos en la carretera de Málaga a Almería.

Para Hitler y Mussolini, además de sus intereses geoestratégicos, Franco era “uno de los nuestros...”; por tanto, no es de extrañar que acudieran solícitos con su mejor armamento, submarinos y aviones incluidos, a practicar fuera de sus territorios.
Alemanes e italianos iban a escenificar sus primeras representaciones en lo que más tarde se denominaría “teatro de operaciones“, pero no vinieron a ensayar, sino a actuar ante un público atónito que en muchos casos pagaba la representación con su propia vida “ La carretera de la muerte” ,” La caravana de la muerte “ ,“ El crimen de la carretera de Málaga a Almería” , son algunos de los nombres con los que se bautizó la matanza, lo de menos es la denominación, lo que cuenta es que al menos seis mil personas murieron en un trayecto de varios días en los que las únicas armas que podían esgrimir para defenderse eran las piedras del camino. Eran como ya he dicho, mujeres ancianos y niños en su inmensa mayoría es decir: ciudadanos.



DOMINGO 7 DE FEBRERO DE 1937
Málaga se despierta llena de rumores. Las noticias son contradictorias, pero hay una que avanza como la pólvora. Queipo de Llano, en una de sus ya famosas soflamas desde radio Sevilla, había amenazado la noche anterior a los malagueños: -“...malagueños, maricones, mis moros y legionarios violarán a vuestras mujeres y hermanas...”. Nunca antes, ninguna población civil había escuchado por las ondas tales amenazas. La ciudad se asusta, muchos hombres toman la decisión de poner a salvo a sus familias enviándolas a zona republicana.
De modo espontáneo docenas de miles de mujeres, ancianos y niños, no solamente de Málaga sino de pueblos adyacentes, conforman un magma humano que enfila la carretera de Almería; algunos van en coches, camionetas o autobuses, como los ochenta niños del orfanato de Torremolinos a quienes acompañan sus maestros. Otros, como la inmensa mayoría, van a pie. Algunos con cabras para alimentar a los recién nacidos, otros con colchones, muchos con ropa de abrigo, todos con miedo.

Montañas escarpadas a la izquierda, el mar a la derecha, son 200 Km. de distancia, muchos ni siquiera saben a dónde van, solo buscan la salvación. Son docenas de miles de personas obligadas a emprender un éxodo cruel, la esperanza sigue intacta.
En los primeros momentos, la escuadrilla Malraux protege la retirada, pero muy pronto tienen que abandonarlos a su suerte, el asedio a Málaga hace necesaria su presencia en una batalla absolutamente desproporcionada, pero eso ya es otra historia



LUNES 8 DE FEBRERO DE 1937
Aunque para la ciudad de Málaga va a ser un verdadero infierno, el día amanece soleado. Para quienes huyen, no va a ser muy diferente.
Algunos grupos de avanzadilla llevan dos días caminando y otros, si tienen fortuna se unirán más tarde por la retaguardia, pero el grueso de gente que llena hasta las cunetas la carretera, ocupa varios kilómetros, son una serpiente humana y ofrecen un blanco perfecto.

En Málaga los vencedores escenifican su triunfo: a las dos de la tarde desfilan las tropas españolas en formación por el centro de la ciudad, y tres horas más tarde lo hacen las extranjeras cantando Giovinezza, el himno de Mussolini.
Desde el aeródromo de la Antequera ocupada por las tropas franquistas dos pilotos italianos bien informados salen de reconocimiento y avistan al grupo, antes habían pasado varios días en Tablada ensayando pasadas a ras de suelo mientras Queipo de Llano que ya actuaba como virrey de Andalucía se preocupaba de que no les faltase de nada en cuanto a alimentación y otros temas para que pudieran matar a españoles que no pensaban como él, como Mola, como Sanjurjo, como Franco, son los africanistas juntos de nuevo para volver a poner en practica aquello para lo que están diseñados y que también aprendieron en su guerra contra el moro “..Tira a matar, que más da... si no están contados...”

Es mediodía cuando los Savoya-79 enfilan la caravana de la muerte y comienzan a disparar, no tienen ninguna oposición, es tan divertido como tirar al plato solo que no rompen loza, destrozan corazones y cuerpos de seres humanos sin ninguna posibilidad de defenderse. Se van para repostar y vuelven de nuevo a la carga, a los ataques desde el aire se van a unir muy pronto los del agua, llegando a Torre del Mar descubren a una pareja que les acompañara durante todo el trayecto, el Canarias y el Almirante Cervera, dos barcos de la marina española en manos de los “salvapatrias” que van a hacer lo posible por dificultarles la huida, disparan a la cabeza de la caravana y a la montaña para cerrarles el camino, los muertos, los heridos, los camiones incendiados y los carros averiados debido a los ataques, bloquean la carretera, pero la noche cerrada se convierte en un aliado para los integrantes de la caravana de la muerte, la distancia es larga y el riesgo muy alto y lo peor de todo, no hay posible elección ,solo tienen algo claro, hay que seguir...





MARTES 9 DE FEBRERO DE 1937
Algunos ya saben que Málaga ha caído en manos de Queipo de Llano, las lágrimas y el miedo ayudan a acelerar el paso, están llegando a Torróx, hay puertas que se abren ofreciéndoles alimentos para el camino y otras que se cierran a cal y canto por temor a las represalias, es la guerra.




El almirante Cervera está tan cerca que desde la carretera de la muerte se pueden ver las caras de sus marineros en cubierta, sus cañones no tienen mucha puntería pero cuando aciertan pueden matar a tres o cuatro personas a la vez.
La visita desde el cielo es esta vez de alemanes ,varios Henkel “Zapatones” aparecen sobre el mar y comienzan a ametrallar al grupo, súbitamente se acerca por el este un Polikarpov 1-16 “Mosca” ruso con intención de desafiarlos ,está pilotado por una mujer y no tiene muchas posibilidades de salir viva de allí, su intención al enfrentarse a los cazas alemanes para defender a docenas de miles de malagueños en su huida, es una acción valiente pero también suicida, pronto la ven caer como una antorcha sobre el mar. Sin nada que les distraiga, los alemanes se dirigen de nuevo a la “cacería”, el amasijo de desarrapados no son un objetivo militar, se diría que van a desperdiciar munición pero no es cierto, aciertan de inmediato con uno de los autobuses de socorro rojo al que segundos antes habían conseguido subirse algunas mujeres con sus niños en brazos pensando que de este modo se aseguraban su plaza hasta Almería, ahora el autobús entero arde como una luminaria, hay muchos muertos, entre ellos la mayoría de los niños del orfanato de Torremolinos, los marineros que creen haber sido quienes aciertan en el blanco, lo celebran desde cubierta con una perversión macabra. ¿Que celebran? ¿De qué se ríen? ¿Se puede uno alegrar de la muerte de un niño? ¿Quien mandaba este barco? ¿Le darán una medalla? 



MIERCOLES 10 DE FEBRERO DE1937



Mezclados con la multitud van jóvenes milicianos con la misma cara de miedo, algunos llevan un arma que como en tantos otros sitios de la zona republicana, nadie les ha enseñado a utilizar, en cualquier caso poca cosa para hacer frente a la maquina perfectamente engrasada para matar que componen el grueso de las tropas de Queipo, es lógico que huyan, con anterioridad lo había hecho el coronel Villalba, encargado de la defensa de Málaga.

Ya han aprendido a dormir de día y a caminar de noche. Las preguntas surgen por todas partes, ¿Por qué no se dispersan?, ¿Por qué no se dirigen hacia el interior?, está claro que solo caminan con una idea fija, cuando lleguen a Almería estarán a salvo. Están llegando a Salobreña, muchos de ellos se encuentran en la base del río Guadalfeo cuando alguien decide bien por su cuenta, bien por órdenes superiores, abrir las compuertas de la presa que se encuentra tres kilómetros más arriba, la zona es un desfiladero y pronto se convierte en una hecatombe, docenas de personas sucumben como barquitos de papel ante la apisonadora que suponen millones de hectolitros de agua. El grupo se parte en dos por unas horas hasta juntarse de nuevo en la carretera. Las vías por las que algunos pretenden encontrar la salvación son de lo más extrañas y solo se explican desde el pánico y el ansia de supervivencia, Ante el nuevo ataque de los aviones italianos un abuelo se esconde debajo de un somier, una mujer intenta proteger a su hijo bajo un colchón de borra, otra utiliza sus brazos como escudo sobre su cabeza pensando que así nadie la agujereará. Entre tanto horror, una buena noticia, aparece el Dr. Bethune que, junto con sus ayudantes comienza a recoger heridos para llevárselos en la ambulancia, hasta entonces, una ambulancia era un vehículo para transportar enfermos, con Bethune se convierte en un quirófano con capacidad incluso para transfundir sangre en marcha, además de precursor en tantas cosas el Dr. Bethune es un hombre comprometido y va a salvar muchas vidas durante el trayecto.



JUEVES 11 DE FEBRERO DE 1937
Han pasado Motril y se dirigen hacia Adra, el sueño y las heridas hacen estragos, el hambre procuran saciarla como pueden, algunos afortunados con lechugas y chumbos pero la mayoría con hierbas y cañadú, en la carretera y en las cunetas hay muchos cadáveres, la balística y la logística la ponen los militares, la estadística y los muertos es cosa del pueblo.
En su huida de los “pacos” (los llamaban así por el sonido seco de los disparos: PAC, PAC...) se encuentran con unos cañones que retumban sin cesar y sin ninguna oposición, son: El Canarias, El Almirante Cervera y El Baleares que se turnan para bombardearlos, hay quien ni siquiera intenta esconderse, no se mueven, como si no mereciera la pena luchar más por sobrevivir, no hay ni fuerzas para quejarse, vagan como un rebaño perdido, tal es la desesperación.






La ambulancia del Dr. Bethune no para ni de día ni de noche ya no solo lleva a heridos sino a todo aquel que consigue subir hasta que se llena, al principio Bethune y sus ayudantes deciden llevar solo a niños y a ancianos pero, ¿cómo le quitas a una madre el hijo de entre los brazos? La manera de implorar solo con las miradas, impide hacer cualquier tipo de discriminación, quieren llegar a Almería por el camino más corto, el desconocimiento les hace idealizar la ciudad porque donde están solo hay una manera de definirlo, es un “matadero”.


VIERNES 12 DE FEBRERO DE 1937
A pesar de tanta penuria son más de 80.000 los que han logrado llegar a Almería en un jueves fatídico para una ciudad con graves problemas de abastecimiento y que súbitamente ve duplicada su población. No, no son bien recibidos por quienes además de alimentos, también tienen escasez de agua potable. Las calles se llenan de pedigüeños con piojos, sarna y sabañones; la nada no es un buen plato para compartir. De los 80 niños que salieron del orfanato de Torremolinos solo 10 consiguen llegar a Almería donde un autobús del socorro rojo los trasladará a Alicante, además de a la mayoría de sus compañeros les han matado algo más, les han matado la inocencia, su estatura es la misma pero sus miradas, ahora, son de adulto como fiel reflejo de los acontecimientos tan intensos que han vivido, es la dura realidad ante un presente que les ha venido dado sin posibilidad de elegir.
Mientras, miles de recién llegados guiados por el instinto de conservación enfilan sus pasos hacia el puerto, la mayoría se hacina a la búsqueda de calor humano para el exterior ya que no lo pueden conseguir para el estómago. Vano a resultado tanto esfuerzo para muchos.

Anochece, las calles están llenas de refugiados dormidos cuando Almería comienza a sentir el primero de los bombardeos por mar y aire a los que le someterán italianos y alemanes mayoritariamente, los buques de guerra alemanes del comité de no intervención participan en los ataques, en ocasiones en presencia de los barcos británicos que no hacen nada por intervenir. Los Messerschmitt alemanes no necesitan a Wagner ni los Savoya-79 italianos Verdi para componer su propia sinfonía enfilando a las hogueras que los refugiados alimentan para protegerse.





NORMAN BETHUNE

 Nace en Gravenhurst (Ontario Canadá) en 1890; en 1936 es jefe de servicio del hospital Sacre-Coeur de Montreal, al enterarse del comienzo de la guerra civil española, abandona su puesto y se dirige a España para trabajar como médico voluntario de las brigadas internacionales junto a otros 1.700 canadienses de los cuales fallecieron 721.

El Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre se instala en una mansión en el nº 36 de la calle Príncipe de Vergara: “aquí no le molestaran las bombas, Franco es muy cuidadoso con las propiedades de los ricos”, le dijo un oficial a Bethune. Durante tres días, prensa y radio hacen un llamamiento a los madrileños para donar sangre y las previsiones se desbordan, se presentan más de 2000 personas, diez días después, el 23 de diciembre de 1936 el Dr. Bethune realiza la primera transfusión sanguínea en la Ciudad Universitaria y, con la simple premisa “que la sangre busque a los heridos” introduce una innovación médica extraordinaria: crea la primera unidad móvil de transfusión de sangre en el mundo. Los servicios médicos de la Republica encuentran la idea impracticable por utópica y Bethune con sus dos amigos decide financiarla; consigue una camioneta Ford e instala un frigorífico, un esterilizador y diverso material quirúrgico inventado por él y se dedica a recorrer varios frentes. El “ Doctor Sangre” como se le conoce en la zona republicana se encuentra en Barcelona cuando se entera de la huida en masa de Málaga a Almería y se pone en marcha de inmediato con su ambulancia y sus dos ayudantes para auxiliar a los heridos.
Durante cuatro días descansando lo mínimo y por turnos el Dr. Bethune y sus ayudantes el también canadiense Hazen Sise y el inglés Thomas Worsley, salvan docenas de personas con su ambulancia.
Fue, en palabras de Bethune: “... la más grande, la más horrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos “...
Ante la incomprensión de algunos mandos republicanos, decide irse a China para ayudar en la guerra contra el Japón, allí se corta durante una operación y muere el doce de diciembre de 1939 debido a la infección que se le propagó por todo el cuerpo
Hoy, el Dr. Bethune es héroe nacional en China donde algunas de sus ciudades más importantes recuerdan su presencia en calles o plazas, también es héroe en su país, donde se le recuerda como símbolo de la solidaridad humana y con el tiempo lo será también en España como agradecimiento a tantas vidas como salvó. 



RESUMEN 

La memoria es el reflejo de nuestra identidad, si nos la quitan, nuestra vida es un sin sentido, esta historia se ha podido recordar gracias al testimonio gráfico sin duda muy valioso pero sobre todo gracias al testimonio ORAL de los supervivientes que han quedado para contarlo. Ellos son los primeros que no se explican cómo es posible que la experiencia que vivieron no tenga una mayor relevancia en la actualidad con todo lo que se ha escrito sobre la guerra civil española. Ciertamente no es fácil encontrar una explicación, es lógico pensar que el franquismo no se sienta orgulloso de esta acción, pero, y por parte de la zona republicana ¿qué ayuda tuvo esta gente? Son muchas las preguntas que nos podemos hacer y la mayoría quedarían sin contestación, en cualquier caso sí podemos decir que la dictadura fue muy larga, duró mucho tiempo, el suficiente como para saber que durante cuarenta años los malagueños tenían prohibido llorar a sus víctimas. No, Franco no fue magnánimo.

Las imágenes que tenemos de la guerra civil para quienes no la hemos vivido, son en blanco y negro lo cual genera un distanciamiento que no facilita situarse en esos días, en esos momentos y en esas circunstancias pero como nos recuerdan los supervivientes: El mar era azul, la sangre roja y la muerte negra.

Bibliografía
Bethune Norman: El crimen de la carretera Málaga- Almería. Caligrama Ediciones
Majada, Jesús y Bueno, Fernando: Carretera Málaga-Almería (Febrero de 1937) Caligrama Ediciones 2006
Majada, Jesús y Arenas, Andrés: DE Rilke a Brennan Ed. Miramar 2003
El País, domingo 5 de febrero de 2006 Pág. 5

El Testimonio Oral de los supervivientes:
José Antonio Baena Torres: 12 años en 1937
Ángeles Vázquez León: 14 años en 1937
Ana Pérez rey: 9 años en 1937
José Ginés: 20 años en 1937
Miguel Escalona: 10 años en 1937
Rosendo Fuentes: 12 años en 1937
María Molina López: 12 años en 1937
Manuel Sánchez Fuertes: 24 años en 1937
Manuel Muñoz Robles: 12 años en 1937
Salvador Aténcia Domínguez: 7 años en 1937
Salvador Godoy Luque: 7 años en 1937
Natalia y Maruja Montosa Rosa: 14 y 13 años en 1937
Mª Teresa López Bervel: una niña en 1937




3 comments:

  1. Parece mentira que el ser humano sea capaz de cometer tales barbaries..., y por lo visto aquí en España impunemente. Sin ni tan siquiera una misera condena a niveles que merece.

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  2. Me ha encantado leer el relato, mi padre fue uno de los niños del orfanato de torremolinos que se salvo, junto con su hermano, "lo imposible", dos hermanos y los dos se salvaron, el ya no esta, pero siempre recordare lo que me contaba, aunque era poco, lo habia escondido en su mente y solo habria esa puerta de vez en cuando y muy poco, su destino fue francia y la segunda guerra mundial que alli vivio adoptado por una familia francesa. Gracias por darme a conocer mas de lo que el vivio, en fin su historia.

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  3. este es el reloato de una de los supervivientes que habla después de 80 años.
    https://youtu.be/Bu5yGaRjQaU

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