El perro del hortelano

Pues que las pasiones humanas son intemporales, el teatro clásico no pierde vigencia, sobre todo, si su lenguaje sin perder esencia se actualiza para mayor comprensión de las nuevas generaciones. El teatro Pavón se llena a diario de jóvenes ávidos de conocer a nuestros clásicos, en este caso Lope de Vega, y Eduardo Vasco siempre aporta una dosis de humor necesaria para mayor disfrute del público. 

Esta comedia, con la que Eduardo Vasco se ha despedido como responsable de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), es una de las más conocidas del denominado “Fénix de los Ingenios” y cuenta con un reparto encabezado por Joaquín Notario, Eva Rufo, María Besant, Luisa Martínez, Isabel Rodes, David Lorente, Diego Toucedo y Miguel Cubero, entre otros artistas. El engranaje es perfecto y no cabría destacar a nadie, aunque J. Notario siempre está magnífico.

Diana, condesa de Belflor, y Teodoro, un guapo e ingenioso escritor, tendrán que superar muchos obstáculos y enredos para que su amor triunfe. Esta sencilla trama hace tejer a Lope una de sus más grandes comedias, posiblemente la más representada y traducida a más idiomas. Mi generación recuerda bien como sosteníamos la lana con nuestras muñecas mientras la abuela liaba el ovillo que, en poco tiempo, se iba a convertir en un buen jersey para que pasáramos  el invierno. A Lope le sale tan bien el jersey que parece fácil y, de hecho, debía serlo a juzgar por todo lo que escribió nuestro más prolífico escritor del Siglo de Oro.

La obra pertenece a la llamada "comedia palatina", con esos personajes femeninos tan atractivos para el público. Gran parte de nuestra literatura se nutre de la fascinación que aquellas mujeres ejercían sobre espectadores y lectores ávidos de emociones y aventuras sorprendentes.
Al final, el amor triunfa y todos los intérpretes tienen que salir a saludar varias veces como premio a la versión y dirección de uno de nuestros más grandes directores de teatro.
A pesar de los recortes que también afectan a la CNTC, el teatro está más vivo que nunca, entre otras cosas, porque no te lo puedes descargar. 
Recuerda...la vida es puro teatro.