"El muro de la tortilla"

Estados Unidos, país formado por emigrantes, construye un muro de cinco a diez metros de altura y 1.123 Km. de largo en la frontera con Méjico para que no pase nadie. "El muro de la tortilla", así llaman los mejicanos con evidente sarcasmo al macabro lugar donde los "fríen". Son hombres y mujeres con escasas expectativas de mejora, no pueden quedarse porque la tierra está yerma, muerta por el fracaso de las promesas de la revolución agrícola que nunca llegaron. Son habitantes campesinos de ciudades fantasmas donde todos se han ido al norte. Sólo quieren trabajar, ¿porqué los tratan como asesinos?
El sistema para defenderse de esta pobre gente costará a los EE.UU. más de 7.000 millones de dólares, miles de agentes de policía fronteriza (Border Patrol) vigilan sus movimientos con alta iluminación, sensores eléctricos, helicópteros con artillería y 4x4 perfectamente equipados para matar. Practican el tiro al blanco con los emigrantes y nadie va a juzgar sus acciones. Pueden ensayar con anterioridad en una sofisticada red de fronteras virtuales, de esta manera estarán más preparados para desarrollar mejor su trabajo, para matar de verdad, porque ellos saben que entonces no serán dibujitos de colores ni hombres y mujeres de celofán sino de carne y hueso.
Sería deseable que Obama cuestionara lo que Bush puso en marcha; se trata de solucionar problemas, no de contenerlos mediante muros.