Friday, March 19, 2010

Pájaros de papel



Acudí a ver esta película con la mayor ilusión; Emilio Aragón me parece un tío admirable. La sexta es una de las cadenas privadas de televisión con el presupuesto más bajo pero se ha convertido en poco tiempo en la favorita de mucha gente, en especial, de los jóvenes; derrocha ingenio, frescura y modernidad, se ha hecho con buenos niveles de audiencia en la tarde con Se lo que hiciste, en la noche con El gran Wyoming y a media noche con un crac del espectáculo: Buenafuente.
Pájaros de papel es un film biográfico con un guión pretencioso al más puro estilo Garci, se diluye en artificiosidad en cuanto pretende alcanzar un cierto nivel. Entre escenas cogidas con pinzas y otras metidas con calzador, presenciamos un homenaje a papá que llega a su más alto momento de sensiblería al final con una escena que sobra: cuando Miliki (padre del director y guionista) hace un resumen de su vida; la película tenía que haber terminado en la estación.
Que manera de desaprovechar a cuatro grandes actores; Carmen Machi, José Ángel Egido (el alcalde), Imanol Arias y un grandioso Lluis Homar.
Es difícil creer que recién terminada la guerra civil, alguien pudiera cantar en un teatro español una canción contra Franco sin que se lo llevaran al paredón de inmediato a él y a toda la compañía.¿Que hizo Del Pino durante el año de su desaparición?, ¿porque no prefiere el niño a Enrique como padre que hubiera sido lo normal? La conjura para matar a Franco es endeble y está muy mal resuelta, solo se entiende como un mal homenaje a To Be or not To Be, por que si pretende hacernos creer que había un capitán del ejecito español que intentó matar a Franco, no parece muy verosimil.
Me gusta sentirme muy español en cuanto atañe a la cocina y también al cine: El viaje a ninguna parte, Ay, Carmela y Pim, pam, pum, ¡fuego!, son tres buenas muestras de cine de guerra y posguerra; siento que Pájaros de Papel se deje ver sin más, es entretenida pero, y mira que yo soy de lágrima fácil y que Emilio Aragón lo intenta, a mí no me ha emocionado.

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