El maestro está más arrugado que una pasa pero mantiene una frescura narrativa muy del agrado de los cinéfilos. Eastwoood se reinventa de nuevo, siempre el mismo y siempre diferente, ya es un clásico y eso es lo que hace: cine clásico.
Con 77 años incombustibles, ha dicho por enésima vez que ya no volverá a aparecer ante las cámaras, de ser así, nos ha dejado un bonito cadáver.
Walt Kowalsky, veterano de la guerra de Corea, está desubicado en su barrio, ni entiende ni quiere entender nada de integración cultural, racial ni leches... es un ser egoísta, racista y amigo de tomarse la justicia por su mano, pero enseguida te engancha. En el funeral por la muerte de su esposa, conocemos a sus impresentables hijos y a su nieta, la cámara enfoca el piercing del ombligo de su nieta y luego a la cara de Kowalsky, en solo un par de tomas Eastwood es capaz, como El Roto con una imagen, de editorializar sobre el tema. ¿Como es posible que esa agresión al cuerpo que en el siglo anterior veíamos propia de tribus primitivas haya cobrado tanto auge en nuestros días?
¿Como es posible que Slumdog.. se lleve varios oscar y esta ninguno?
El casting me parece muy malo pero.. yo iba a ver a Eastwood, Harry el sucio, con 77 años y su magnum 44 ahí es nada.
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