La labor humanitaria que comenzara en la India en los años cincuenta del siglo XX el jesuita Vicente Ferrer sigue más viva que nunca a pesar de la desaparición del gran humanista. Vicente Ferrer, a través de su revolución silenciosa, tendió un puente entre Oriente y Occidente que su Fundación se encarga de hacer cada día más fuerte.Todos los grupos políticos del arco parlamentario español, doce rectores de universidades, docenas de personalidades de todos los ámbitos y más de 70.000 firmas en Facebook se han puesto de acuerdo para solicitar el Nobel de la Paz para la Fundación que lleva su nombre. Las redes sociales, tan presentes en la actualidad, se han encargado de dar fuerza al proyecto y todos podemos aportar nuestro granito de arena firmando una petición tan merecida.
Los Nobel de la Paz, tan desprestigiados a veces por habérsele concedido a personajes como Kissinger, tienen la oportunidad de volver a ganarse el respeto de todo el mundo como cuando se le concedió a la madre Teresa de Calcuta o a Rigoberta Menchú.
Gandhi fue una de las personas con más merecimientos en el siglo XX para recibir el Nobel de la Paz pero se murió sin que se lo concedieran. Sin embargo, sus palabras acompañaran siempre a la humanidad "No hay caminos para la paz, la paz es el camino"
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