El Café Central de Madrid lleva más de 25 años ofreciendo buena música en vivo; allí, y como siempre por estas fechas, Javier Krahe tiene una cita con un público cada vez mas numeroso y más joven que se entrega desde el primer momento. El joven sexagenario ha cambiado el whisky por la cerveza pero sigue fumando sin parar durante toda su actuación y si le preguntas que por qué no lo deja, se justifica como pidiendo disculpas "es por escenificar". Esclavo de la imagen que nos vendió desde La Mandrágora, cultiva la estética del perdedor como nadie, se acopla mal con los músicos sencillamente porque no ha ensayado pero lo arregla con una pirueta y sino que más da, "Cuando todo da lo mismo porque no hacer alpinismo".
Está por encima de modas y convencionalismos, sufrió la censura del grupo PRISA en el 86 por ser de izquierdas; al Sr. González no se le podia tocar y el dijo aquello de "hombre blanco hablar con lengua de serpiente.." como crítica a la ambigüedad ideológica con el tema de la OTAN; ese es Javier Krahe.
En el desiderátum de su fantasía te anima a que le acompañes a subir el Everest o Chomolugma mientras él se queda esperando en el campamento base o se acerca a Navalagamella a visitar a una de esas novias que siempre le engañan.
Os dejo con uno de sus primeros temas que cantaba acompañado de Alberto Pérez La Pastora (La Pastora es su segundo apellido) gran cantante de boleros que no se por donde andará, y de uno de los más grandes: Joaquín Sabina.
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