Lo que hoy se conoce como peplum, para mi generación era "una de romanos". Pero seria injusto quedarse en esa frase cuando hablamos de la mayor superproducción épica de la historia del cine. Ben-Hur ha cumplido 50 años y aún no ha sido superada; como suele suceder con las obras maestras, gana con el tiempo para disfrute de nuevas generaciones.
Los 11 oscar han sido igualados por Titánica en 1997 y por El señor de los anillos en 2003, esta última absolutamente digitalizada, lo que da idea de los derroteros que ha tomado el cine; nada que ver con lo que un día se llamó el séptimo arte.
Ben-Hur fue un hito en la historia del cine. En el aspecto técnico por las enormes cámaras que manejaba William Wyler con sorprendente habilidad, pero también por la fotografía, el vestuario, un guión espléndido, y por las actuaciones que fueron premiadas con un oscar a Charlton Heston en el papel de Ben-Hur y otro a Hugh Griffith, en el del sheik (jeque) Yl Derim dueño de cuatro pura sangre: Antares, Rigel, Aldebarán y Altaír que darán la victoria a Judá en el circo de Jerusalén. Esta relación de amistad entre un árabe y un judío hace que la película no pueda verse en la mayoría de los países árabes.
La preparación del rodaje duró cinco años y se necesitaron 50.000 extras, 500 estatuas y 300 decorados que se construyeron en Roma, en los míticos estudios Cinecittá. La carrera de cuadrigas sigue siendo la mejor secuencia de acción de la historia del cine; tardaron tres meses en rodarla porque los caballos no se acostumbraban a chocar entre ellos. El estadio era una copia exacta del circo de Antioquía. Ocupaba ocho hectáreas y podía albergar a 15.000 extras. A modo de curiosidad, comentar la anécdota de que en aquellos meses los romanos dejaron de afeitarse porque para ser extra solo exigían una condición: llevar barba. Más actual es la del grupo de heavy-metal de EE.UU. Manowar, record guiness por llevar la mayor potencia de sonido a un escenario y que suele ambientar al "respetable" antes de salir a actuar con la banda sonora de Ben-Hur. ¿Alguien da más?
No deja de ser curioso que una película de marcado carácter religioso, haya servido para alimentar como pocas la iconografía gay por la relación entre Messala y Ben-Hur. Hay gente con mucha imaginación aunque Gore Vidal como consejero, pudo influir en la visión sobre la relación entre ambos.
Son muchas las escenas que han quedado para siempre en la historia del cine pero yo me quedo con una, el final de la carrera, cuando Ben-Hur es coronado como vencedor y Poncio Pilatos le dedica esta frase "Larga vida joven Arrio, y sensatez para vivirla".
Después de volver a verla anoche en TCM clásico ya estoy deseando que llegue la semana santa para buscar un canal donde la pongan. Ahora, eso si, para verla tienes que sacar el niño que todos llevamos dentro y no abandonar tu mirada infantil durante toda la proyección. Observa la entrada en Roma de Judá con Quinto Arrio y escucha la música del oscarizado Míklos Roszá. Sencillamente KOLOSSAL.
No comments:
Post a Comment