Cuba, el lagarto verde del caribe, se mueve con la
lentitud de una tortuga vieja; en su caminar, a veces da dos pasos adelante y
uno hacia atrás o al revés. Lo hace entre el secretismo y el sincretismo,
encendiendo una vela a La Virgen de Regla y otra a Yemayá que es lo mismo.
En 52 años de revolución nunca dejo de moverse entre PAPAS.
Recibió la visita de los dos últimos representantes de la Iglesia Católica
en olor de multitud pero desde Papa Kruchev, ese que se quitó un
zapato en la ONU como demostración de fuerza en 1962, en plena guerra fría,
hasta Papa Gorbachov tuvo que aceptar el padrinazgo soviético para
sobrevivir como la única vía que le dejaron los Yanquis y hoy, otro Papa, el carismático líder venezolano
Hugo Chaves, es quien sostiene la economía cubana con un trato prefencial. Nadie da nada
gratis. Con los soviéticos (hoy rusos), Cuba pagaba un precio altísimo en
la guerra de Angola donde miles de jóvenes cubanos dieron su vida por el
"internacionalismo proletario", que no era otra cosa que la defensa estratégica
de un país africano desde el bloque soviético frente a EE.UU. Hoy el precio a pagar es bien distinto. Cuba ayuda a La República Bolivariana de Venezuela con cientos de maestros y médicos en las zonas rurales, allá
donde nunca vieron uno; este es un precio mucho más humano.
Pero si hay un Papa que nadie discute en Cuba,
ese es Fidel, líder incuestionable al que se le perdonan hasta los
errores. El día que muera Fidel, toda Cuba lo llorarará y toda la Florida
lo celebrará; es lo que tiene un sistema que no deja indiferente a nadie. 52
años de bloqueo dan para mucho, entre otras cosas para justificar un estado que
parece decir "Yo hago como que te pago y tú haces como que trabajas".
Y así, entre quejas y risas, "manejando" viejas damas con colorete (Buick, Dodge, Cadillac etc.) camina mi
Cuba, con la parsimonia de La gota del rocío (Silvio dixit), y con la máxima de
Lampedusa como bandera: "cambiar algo para que nada cambie".
El día que entre el Capitalismo lo
hará a saco, con su incuestionable capacidad para generar riqueza e injusticia
a la vez; entonces Cuba dejará de tener “Hambre Psicológica” como dicen los
cubanos, dejará de ser el país con la mortalidad infantil más baja de toda
América incluido EE.UU., los niños
dejaran de tener garantizada la compota de frutas hasta los tres años y la
leche hasta los siete como pasa actualmente, pero tendrán Libertad, esa libertad que hace
que mueran 25.000 niños de hambre diariamente, claro que ésto no tiene
importancia en nuestro sistema o ¿de verdad a alguien le preocupa el hambre en
el mundo?
Cuando esto suceda, que no me lo
cuente nadie, ni siquiera a mis cenizas que reposarán en el malecón de la
Habana soñando con algún daiquirí en el Monseñor o un mojito en El Gato Tuerto,
mientras Benny Moré, el bárbaro del ritmo, me canta desde donde quiera que esté
eso de Caballero que bueno baila usted, o esa otra canción de la
reina de "la gusanera" Gloria Stefan, que ya se puede oír en Cuba: Que manera de
quererte, que manera...