El Tour de Francia, que belleza

María Antonieta fue una de las últimas fashion victims del siglo XVIII. Cuando le dijeron que el pueblo pasaba hambre soltó una frase que ha hecho historia "si no tienen pan, que coman brioches",la emperatriz era tan fashion, que su cabeza ni se despeinó cuando la decapitaron. Cuatro años antes, el 14 de julio de 1889, el pueblo se rebeló y tomó La Bastilla. No, nosotros jamás asaltamos ninguna Bastilla ni hicimos ninguna revolución y así nos va. pero eso es otra historia. Los franceses tienen razones suficientes para conmemorar un día tan importante y también para disfrutar de una gran etapa del Tour.

El ciclismo es uno de los deportes más bonitos que existen para practicarlo y para seguirlo, si lo trasladamos al Tour de Francia se convierte en uno de los espectáculos deportivos más espectaculares del mundo.

Yo lo sigo desde que tengo uso de razón; recuerdo perfectamente el Tour del 59' cuando ganó Bahamontes, entonces no existía comunicación en directo y había que esperar al "parte" (el noticiario de las 22h.) para saber que el toledano había sido el primero en el Tourmalet, al día siguiente la crónica del diario Pueblo me permitía recrearme en la faena. Luego vino Julito Jiménez, otra gozada cada vez que subía un puerto, le siguieron el catalán Pérez Francés y el conquense-francés Ocaña, uno de los corredores con más clase de la historia que tuvo la mala fortuna de dar con el mejor de todos los tiempos y al que apodaban "el canibal" porque devoraba a todos sus adversarios en todos los terrenos: el belga Eddy Merkx.

Ya en los 80' tuvimos la fortuna de contar con Perico Delgado ganador de un Tour, pero al que quizás los aficionados recordamos mejor por el gran triunfo en la Vuelta a España del 86', cuando se escapó -y todos corríamos con él- en la penúltima etapa por Navacerrada y consiguió reducir la diferencia de más de seis minutos que le llevaba el escocés Robert Millar al que se le quedó una cara que era todo un poema. En los 90' tuvimos al gran "Miguelón". Que bonito era sentarse en el sofá y ver como sufrían de envidia los gabachos con la mejor expresión de la nobleza navarra: Miguel Indurain. Gracias Miguel por lo que nos hiciste disfrutar.

El malogrado "Chava" Jiménez, Beloki, Pereiro, Sastre... han sido muchos y muy buenos corredores los que nos alegraron en los últimos tiempos, pero el mejor sin duda, Alberto Contador, otro señor, otro campeón.

Hace poco he tenido la oportunidad de conocer algunos de los pueblos de los Pirineos por donde pasa el Tour y comprobar la dureza de estos puertos que, sobra decirlo, recorrí en coche. Este año no vamos a tener muchas oportunidades de disfrutar con nuestros ciclistas, pero el Tour, aunque sólo fuese por ver sus ciudades, vale la pena seguirlo, si además vemos algún triunfo espectacular en Alpe d’huez o Aubisque de un escalador español, mucho mejor.