Tú tienes planes para la vida pero la vida
también tiene planes para ti; no importa que todo te vaya como la seda, porque
siempre llegará algún listillo dispuesto a complicarte la vida. Es lo que le
pasa a Gregorio, un director de sucursal
bancaria perfectamente integrado en el
sistema, que ve como todo su mundo se le va al traste con la llegada de Antonio,
un desarrapado al que le niega un
crédito.
Así comienza
la última comedia de dos personajes que
Jordi Galcerán pone en escena en el teatro Maravillas. Comedia de enredo con
mimbres que se tejen y destejen a veces con filtiré y otras con macramé pero
nunca con soga de esparto. El catalán Jordi Galcerán, autor de El Método
Grönholm, y Burundanga, se ha convertido en nuestro Nöel Coward particular y vuelve a acertar con una comedia inteligente
y deliciosa en la que las risas impiden escuchar el texto en algunas
ocasiones. Antonio dispone de armas poderosas –nunca
violentas- para que le concedan el
crédito, entre ellas su piquito de oro y su
capacidad de seducción; siente pavor a los anglicismos, huye de las
ordinarieces y está siempre a la búsqueda de la expresión más correcta. No es
extraño que las mujeres se vuelvan locas por él y que él esté obligado a
complacerlas, incluso a su pesar.
La comedia
en su aparente sencillez tiene un toque de tinte social muy oportuno pero sin
excesos. Papeles bombón para dos buenos actores: un Carlos Hipólito inmenso y
un Luis Merlo que no le va a la zaga. Dirigida por la experta visión de Gerardo
Vera, la comedia se convertirá en un clásico como lo son ya El Método… y Burundanga.
Las risas
tan importantes hoy como siempre son el mejor
reclamo para ver El crédito.
Recuerda que
el teatro es vida y que la vida es …puro teatro.