Saturday, November 17, 2012

El casino que nos Gobierna



Un libro imprescindible para saber no solo cómo se mueve la economía global sino cómo se va a mover en el futuro. .Hdez. Vigueras es probablemente el hombre que más sabe en España sobre los offshore (paraísos fiscales), no en vano ha escrito varios libros sobre el tema. El Casino que nos Gobierna (Clave Intelectual, 2012) no es una proclama, una llamada a la indignación como otros muchos libros al uso que hablan sobre la situación actual, es una exhaustiva información con profusión de datos sobre los movimientos especulativos, sobre cómo aprovecha ese 1% que vive y juega a la ruleta rusa con nuestras vidas y negocian con ellas, para hacerse aún más ricos. No siempre juegan a lo seguro, la codicia de las grandes empresas bancarias y financieras es tan grande que a veces apuestan a futuro como en la ruleta pero a sabiendas de que hasta en el último momento, cuando vean que la bolita no les va a favorecer, les puedan pasar las fichas a otros para que se arruinen. Es lo que ha pasado con las hipotecas basura y lo que puede pasar con el Co2 la nueva burbuja que se avecina si alguien no la para y no parece probable. Hdez. Vigueras destripa el comercio de los alimentos, del petróleo -ahora es más importante el barril "papel" que el barril físico-,  y nos alerta de lo que va a pasar con el juego especulativo de los derivados y futuros. Especialmente interesante es el negocio del Co2: desde Londres o desde California pueden decidir que país tiene que contaminar más.
No me resisto a dejar de contar una paradoja que podría resultar graciosa de no ser porque hablamos de Grecia, un país al que ya han sumido en la miseria. Ángela Merkel, o mejor el Bundesbank y el Bundestag le obligan a hacer grandes recortes incluso en Defensa, pero eso sí, no deben dejar de cumplir sus compromisos con los submarinos alemanes que tienen comtratados para continuar su particular guerra fría con Turquía. Estamos hablando de tres países de la OTAN, ¿para qué sirve la OTAN?

 Los movimientos económicos ya no las deciden los Gobiernos ni los Parlamentos elegidos democráticamente, los decide esta gente que ni siquiera nos permite la más mínima capacidad para reaccionar: seremos lo que ellos quieran que seamos, viviremos y moriremos como ellos quieran. Nos desangran a su antojo mientras nosotros discutimos sobre los líderes  y los partidos políticos. No tienen que dar cuentas de sus decisiones a nadie, les basta con imponer un sistema financiero especulativo cuya  única finalidad consiste en multiplicar sus ganancias. Se apropian de grandes estructuras productivas, recursos naturales y países enteros, sin necesidad de ocupación militar.
Si la gente quisiera estar bien informada -que no quiere- el libro debería ser un best-seller. Están pasando cosas que Marx no llegó a imaginar cuando hablaba de la concentración de capitales y de los grandes Trust financieros pero si tenía claro muchas cosas, entre ellas que no hay excesos en el capitalismo; el capitalismo es el exceso en si mismo.




Wednesday, November 14, 2012

Iberia, Ayer, Hoy y Mañana

Iberia tiene un pasado magnífico, un presente desolador y un futuro horribilis. Como jubilado y antiguo empleado de la compañía bandera de España siento que tengo derecho a opinar.

Ayer
Desde los comienzos de la aviación comercial hasta su privatización Iberia no dejó de tener un continuo crecimiento en su patrimonio, aviones, bienes inmuebles, hangares, centros de formación, de informática, de investigación y mantenimiento. Oficinas en gran parte del mundo que, en muchos casos eran más importantes que las Embajadas, contribuyeron no sólo al despliegue de la compañía, sino a abrir nuevos mercados para las empresas españolas y a un mayor acercamiento entre los pueblos, especialmente con América Latina la gran desconocida para la mayoría de los españoles, donde se nos recibía como los hijos de la madre patria, algo que a muchos nos desconcertaba, pero generalmente lo hacían con cariño, respeto y, a veces, hasta con admiración. Todo se consiguió con el trabajo, el esfuerzo, y por qué no decirlo también, con la vida de algunos tripulantes.  Posibilitar que otras comunidades como Canarias y Baleares, y otras ciudades como Almería, Jerez, Oviedo, o Gerona y tantas otras se unieran al desarrollo cumplía un bien social pero tenía un coste económico grande y las pérdidas de Iberia no eran fáciles de entender para los ciudadanos que estában saliendo de la España negra del franquismo. Fueron los años más hermosos de la aviación comercial y nuestro país tenía la mejor bandera que se podía tener: los aviones de Iberia por todo el mundo. Los trabajadores que no eramos ni mejores ni peores que los de otras empresas fuimos los artífices de ese gran patrimonio.

Hoy
Iberia ha entrado en pérdidas después de diez años de ganancias coincidiendo -¿casualmente?-con la Reforma Laboral de Rajoy. La unión con la British ha sido nefasta y la gestión de sus directivos más aún. Los sindicatos está divididos, el Sepla va a lo suyo como siempre y esto es una merienda de negros en la que me temo que no servirán de mucho las protestas. La desregulación laboral puso a los trabajares a los pies de los caballos y ahora vemos las consecuencias. Es triste, muy triste que dejen caer a una empresa tan icónica para nuestro país.

Mañana
No hay vuelta atrás, se avecina un terremoto que desmontará todo lo conseguido hasta ahora en un plis plas. El capitalismo salvaje no entiende de sentimientos ni de bienes sociales. La compañía IAG, actual dueña de Iberia, ha contratado a una empresa del estilo de la de Gordon Gekko en la película Wall Street y pretende desmontarlo todo para sacar la máxima rentabilidad, no le dolerán prendas a la hora de los despidos o rebajas salariales de gran calado, todo por la pasta. Los buitres piden carroña y la van a tener.