Wednesday, September 29, 2010

HUELGA GENERAL



Contra la Reforma Laboral - 29 S Huelga General

Con independencia de lo que se piense de los sindicatos y las críticas a los liberados muchas veces justificadas, hay verdades objetivas: La nueva reforma laboral aprobada por el PSOE significa la mayor agresión a los derechos de los trabajadores desde la instauración de la democracia.

La reforma laboral se hace utilizando la crisis como justificante, pero en realidad sólo está orientada a dar más facilidades a las empresas para hacer contratos irregulares, ignorar los convenios colectivos y despedir más barato a los trabajadores. La reforma significará más temporalidad y una sustancial rebaja en la indemnización por despido improcedente; enormes facilidades para que las empresas se descuelguen de los convenios en materias como el salario, la jornada o los horarios; más precariedad, más inseguridad, menos sueldo, menos derechos.

Pero a pesar de todo eso, esta reforma es sólo la punta del iceberg. Por debajo está la realidad. Están las pésimas condiciones de trabajo que se viven en la inmensa mayoría de las empresas, el incumplimiento continuado de los convenios, el cobrar menos del salario estipulado, el trabajar hasta la hora que al empresario le convenga; está la obligación de hacer horas extras si no quieres que te despidan, no tener vacaciones y hacer todo lo que te pidan si no quieres que te señalen la puerta. Hoy el trabajador es pura morralla al servicio del capital. Vive con el miedo de no saber si mañana podrá seguir pagando, o simplemente seguir comiendo. La codicia del capital no tiene límites; me temo que para los trabajadores, vuelven las condiciones del siglo XIX y la semi esclavitud laboral.

Otro tema que pretenden negociar también a la baja es la reforma de las pensiones. ¿Que se puede decir cuando se pretende congelar la pensión a una viuda que está cobrando de 460 a 600 € mensuales? Que es sencillamente indecente. De hecho, congelar las pensiones cuando se siguen comprando aviones de combate y subvencionando a la Iglesia en un Estado Laico es indecente.

Es muy posible que no se consiga nada con esta huelga, pero al menos por dignidad, es obligado manifestar nuestro desacuerdo como trabajador, parado o pensionista por que a todos nos va a afectar. Yo voy a la huelga, ¿Y tú?

Tuesday, September 21, 2010

Adios a un hombre honesto



Su dignidad y la autenticidad de su lenguaje directo como parlamentario, fueron la más clara exposición de que no todos los políticos son iguales.

Nunca antes un insulto estuvo más justificado: mientras criticaba la invasión de Irak desde el estrado, la bancada de la derecha no paraba de fustigarle entre risas “vete con la música a otra parte”, “lárgate con la mochila”. Labordeta no pudo aguantar más y les soltó un “a la mierda” que era lo menos que se merecían sus señorías por no respetar la intervención de un portavoz elegido por el pueblo que en ese momento se hacía eco del sentir del 90% de los españoles que estábamos en contra de la invasión.
LABORDETA, el aragonés entrañable y republicano que era amigo del rey, nos ha dejado, pero su voz y su Canto a la Libertad nos acompañarán siempre.

Homenaje de El Plural.com:
Viejo bribón nos dejas
como viviste tu vida
criticando la injusticia
pero sin iras ni quejas

Seguro que a donde vas
ni hay envidias ni hay rejas
tampoco vas a encontrar
los groseros facistoides

a quién un día excepcional
pusiste entre "collejas"
de tu verbo magistral
en las heces más complejas

¡Adiós LABORDETA, amigo!

gracias por tu poesía
por tu nobleza baturra
y por no bajarte "de la burra"
ante la gran mayoría

de gomosos pisaverdes
del Congreso y el Senado
por lo que nos has enseñado
con sapiencia y valentía

que el hombre, en su maestría
nunca es más hombre cabal
que cuando manda a la mierda
¡A mas de una "señoría”!

Tuesday, September 14, 2010

La Elegancia del Erizo


Los prejuicios son esas fronteras que nos ponemos a nosotros mismos para protegernos de las malas cosechas con las que nos enfrentamos a la vida; a veces, casi sin querer, añadimos más piedrecitas a nuestra particular muralla y otras veces conseguimos derribar algún bloque gracias a la información y el aporte de la cultura. Para nuestra desgracia, muchos nos acompañaran siempre.

La Elegancia del Erizo (Seix Barral) es una novela que me resistía a leer porque me sonaba a libro de autoayuda. Esa contraportada que habla de como alcanzar la felicidad, la amistad etc. ... es una invitación a apartarse de su lectura. El comienzo tampoco ayuda mucho, una niña repipi de doce años que sabe más que toda su familia incluso que las visitas, y una portera con cincuenta y cuatro años y apariencia de portera que es un tratado de filosofía en su interior no hacen muy creíble la trama. Cuando sigues leyendo, cuando te enganchas y se tambalean tus certezas, te das cuenta de que el libro está muy bien escrito, que es pura literatura, un goce intelectual.

René, la portera con apariencia de portera, y Paloma, la niña con apariencia de repipi, viven en el 7 de Grenelle un inmueble burgués de Paris casi sin conocerse hasta la llegada de un japonés que cambia sus vidas. Sin más preámbulos, la novela es también un ensayo filosófico y sociológico absolutamente delicioso.

Muriel Barbery: "En mi país hay una gran fractura entre las clases sociales y un elitismo cultural muy fuerte. El fenómeno de la integración de la inmigración ha sido un absoluto fracaso". Para fustigar a la burguesía francesa con humor y vender más de un millón de libros en su país hace falta tener mucho talento.

El próximo curso no dará clases de filosofía. Su gran éxito literario le va a permitir realizar uno de sus sueños: desplazarse por un año a Japón para escribir su próxima novela que versará sobre uno de los mejores directores de cine de la historia: Yasujiro Ozu (1903-1963) autor de Cuentos de Tokio (1953), para muchos, una de las diez mejores películas de la historia.
La Elegancia del Erizo se ha llevado al cine con éxito desigual; la novela, sin embargo, ha triunfado en todas partes.

Gracias a Olga y Félix por su insistencia en que la leyera.

Saturday, September 04, 2010

El Tercer Hombre


Una obra maestra del cine británico que en 1999 fue elegida por los espectadores ingleses como la mejor película realizada en Inglaterra en toda su historia.

Ya que Hollywood derrapa por falta de talento y tiene que recurrir con excesiva frecuencia a los efectos especiales volvamos la vista hacia algunos clásicos imperecederos como El Tercer Hombre (1949).

La dirección es de Carol Reed, pero el sello personal de Orson Welles se aprecia en cada plano y contra plano, en los picados, en los ángulos imposibles y en las sombras, uno de los grandes signos de distinción de Welles. Sin embargo, nada te distrae de la trama urdida por el gran guión de Graham Green.

La Viena de los primeros años de la posguerra en la que las cuatro potencias ganadoras intentan quedarse con la mejor parte del pastel es el lugar ideal para negocios sucios y crímenes que no dejan huella. La puesta en escena es magnífica, con calles mojadas por la lluvia, gente asustada sin fiarse de nadie donde se vende todo aquello que se pueda comprar, sin reparar si se hace daño a terceras personas. La atmósfera que se respira es de miedo y la persecución por las cloacas se ha imitado docenas de veces, pero yo me quedo con una de las escenas en la noria del Prater Vienes, cuando el malvado Harry Lime (Welles), responsable de la muerte de muchas personas por vender penicilina adulterada, intenta justificar lo injustificable con la frase: "en Italia, en 30 años de dominación de los Borgia, no hubo más que terror, guerras, matanzas, pero surgieron Miguel Ángel, Da Vinci y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz ¿Cual fue el resultado? ¡El reloj de cuco!”

Puro expresionismo y autentico Cine Negro. Orson Welles, Trevor Howard, Joseph Cotten y la bellísima Alida Valli logran una interpretación magistral en la que seria difícil hacer diferencias. La cítara de Antón Karas presta unas notas que se han convertido en referente a la hora de hablar de música de cine y la fotografía de Robert Krasker ganó el Oscar.

La escena final está considerada como la mejor de la historia del cine. Consiste en un plano secuencia de dos minutos -demasiado para la impaciencia de los espectadores actuales- en la que el espectador puede dejar volar la imaginación y sacar sus propias conclusiones; una de ellas podría ser que en la vida, a veces, no podemos escoger, ni amores, ni amigos, ni aventuras...

Ta-tará-tatá-tatá, ta-tará-tatá-tatá